February 17, 2023

Vicente Fernández

Desde tiempos ancestrales, la música nos ha acompañado en los momentos más importantes de nuestras vidas. Ha hecho que los momentos de felicidad tengan una expresión sonora, nos ha mostrado las palabras que no lográbamos encontrar por ningún lado, hemos soñado despiertos gracias a ella y nos ha ayudado a pasar momentos amargos junto a sonidos y palabras que se quedan en nuestro corazón.

El día de hoy queremos recordar a un músico excepcional que con su voz, su guitarra y el elegante traje de mariachi, caminó el mundo entero. 

Vicente Fernández Gómez nació el 17 de febrero de 1940 y aunque para el final de su vida, en diciembre del 2021, era millonario y un reconocido músico de regional mexicano; Chente provenía de una familia modesta de Huentitlán El Alto, un pueblo en el estado de Jalisco, México. 

Su historia de vida es fascinante ya que desde muy pequeño sabía que se quería dedicar al mundo del espectáculo. Vicente acudía al cine a ver las aclamadas películas del cine de oro mexicano, donde aparecían estrellas como Pedro Infante y Jorge Negrete y le decía a su madre, "cuando sea grande voy a ser como ellos". 

Y así lo hizo, realizó más de veinte películas y hasta cierto punto llegó a la altura de las estrellas que él tanto admiraba, pero también los superó. 

Uno podría pensar que con tal voz, el camino a la fama habría sido cosa fácil pero en realidad, solo logró ascender una vez que el cantante Javier Solís pasó a mejor vida. Entonces, en 1966 fue cuando Vicente Fernandez recibió su primer contrato con CBS México.

Album de Vicente Fernández

Desde sus primeros álbumes Mi Querido Viejo y Por tu Maldito Amor, Vicente se volvió un representante icónico del regional mexicano. Definitivamente nadie se esperaba que este artista produjera tantas canciones que formarían parte del Soundtrack de nuestra vida. Y es que quién de nosotros no ha llorado mientras canta Volver Volver, Lástima que seas ajena o Me voy a quitar de en medio. 

Desde corridos hasta romances, muchas personas en Latinoamérica y en los Estados Unidos crecieron escuchando estas canciones. “Yo me acuerdo que mi hermana y yo a los 10 años cantábamos a todo pulmón la de Mujeres, y bailábamos y nos divertíamos y hace 10 años que fui a verlo en Denver reviví todo eso y me la pasé buenísimo” nos cuenta Leticia Castro, inmigrante latina y residente americana. 

Platicando con algunos amigos nos pasamos un rato hablando sobre el tema de donde rescato lo que una de mis comadres dijo, “Yo creo que lo bonito de su música es que aunque las letras eran casi siempre para mujeres o sobre despecho y añoranza, al final eran para toda la familia, Vicente era para todas las generaciones.” 

Algunas personas creen que mientras las canciones de un músico sigan sonando, el personaje no morirá. Y si ese es el caso, entonces Chente será eterno. 

Se dice que el auge de Fernández fue en la década de los noventa, la época de Mujeres divinas, Acá entre nos y La mentira. Pero quizá debamos repensar la idea de un auge y fijar la atención en lo cultural. 

La música que interpretaba se volvió tradición. Viaja en nuestras memorias cuando recordamos a nuestros padres y abuelos cantándoles a la abuelita, podemos ver cómo les brillan los ojos a nuestras madres al escuchar las palabras de Hermoso Cariño y recordamos a nuestros tíos y tías un poco pasados de copas cantando El Rey.